Narran historias de paz, esperanza y libertad en sesión de Ruleta de cuentos
Una serie de cuentos para sensibilizar acerca de las dificultades que viven las personas en contextos de guerra y desigualdad, y lecciones para aprender a superar los prejuicios, conciliar las diferencias y cultivar la esperanza, se escucharon en la sesión de Ruleta de cuentos “Paz, paz y mucha más paz”, realizado el viernes 24 de septiembre por los integrantes del Grupo Musacuentos de la Sala Intermedia del MNCM, en el marco del Día Internacional de la Paz (21 de septiembre).
Paz, una pequeña nacida en un país en guerra, comparte los miedos, la incertidumbre, los sueños rotos, el aislamiento y la carencia constante que implica vivir en medio de un conflicto bélico. Exalta la importancia de la paz para poder desenvolverse con libertad y placer, y para tener sueños y aspiraciones. “Me llamo Paz”, de Anna Obiols (México, Edebé, 2007) fue narrado por Itzel Carrasco.
Fernando Casas, “el abuelo Bob”, compartió “El lápiz mágico de Malala”, de Malala Yousafzai (México, Alianza, 2017), cuento en el que la activista pakistaní describe el problema de acceso a la educación que se vive en su país, especialmente para las mujeres. Cuenta cómo ha deseado toda su vida poder corregir esas injusticias mágicamente, lo que la impulsó a manifestarse con sus palabras incluso ante la ONU, por lo cual recibió el Premio Nobel de la Paz en 2014.
Una lección sobre convivencia compartió Guadalupe Rivera con el cuento “Feroz y Maullín”, de Paula Marián Bajo (España, Auca Digital, 2014). Feroz es un apacible ratoncito que vive en una casa junto con su familia, hasta que un día los dueños consiguen a un gato como mascota: Maullín. Los ratones asumen que el felino grisáceo y de afiladas garras quiere cazarlos, pero se llevan una gran sorpresa al descubrir a un minino amable y juguetón.
También para aprender a no juzgar por las apariencias, Yolanda Olvera narró el cuento popular japonés “Las lágrimas del dragón” (adaptación de Estefy y Camila Pinto López, Colombia, Editora Aguilar, 2010). En las orillas de una aldea vivía un horrible dragón al que todos los aldeanos temían, menos un niño valiente que estaba fascinado por la criatura. El día de su cumpleaños el pequeño fue hasta su guarida para invitarlo a su fiesta, y descubrió que en realidad el dragón era bueno y se sentía solo.
En el cuento “El sueño de Afganistán”, de Ana Eulate (España, Cuento de luz, 2012), que narró Ignacia Coraza, la pequeña Sofi comparte sus sueños de que en su país reine la paz; de un mundo en el que las personas se tiendan la mano, donde halla oportunidades y desaparezca la guerra, y de su voluntad para conseguir ese sueño con su esfuerzo y esperanza inquebrantable.
Wangari Maathai fue una activista keniana que inició un proyecto para reforestar su país, a través del cual también contribuyó al empoderamiento de las mujeres ofreciéndoles estímulos a cambio de su colaboración, por lo cual se convirtió en la primera mujer africana en recibir el Premio Nobel de la Paz en 2004. La invitada especial Elena Ayma, integrante de la Sala de Literatura Infantil Cota Carvallo, de la Casa de la Literatura Peruana, narró su historia con el cuento “Wangari y los árboles de la paz”, de Jeanette Winter (Venezuela, Ekaré, 2010).
Disfruta completa esta sesión de narración de cuentos sobre la paz y la conciliación, en el canal de YouTube del MNCM, en la dirección https://youtu.be/7qLt3ji3qXY
