Ubuntu es una reconfiguración, un reto y un apelo a re-humanizarnos, exponen en conversatorio

Ubuntu es una reconfiguración, un reto y un apelo a re-humanizarnos, exponen en conversatorio

El “Ubuntu” es una forma de pensamiento africano centrado en el humanismo y la construcción del ser en relación con la comunidad, analizada en las últimas décadas desde la filosofía. Precisiones sobre este concepto y sus dimensiones, así como recomendaciones para aproximarse a esta forma de vida, se ofrecieron en el conversatorio “Ubuntu: peripecias de un concepto de filosofía africana en claves para (re) pensar nuestras realidades actuales”, realizado el miércoles 8 de septiembre.
El invitado especial, Daniel da Purificação, filósofo y activista angoleño apuntó, al iniciar su intervención, que antes que ser una teoría, el Ubuntu es una forma de vida práctica, y no es absoluta en todo el pensamiento africano, es una de muchas posturas. Indicó que esta perspectiva ha sido abordada por la filosofía africana, como una forma de restituir los valores, historia y aportes de la región, invisibilizados durante la época colonial.
Definió que la palabra “Ubuntu” es una combinación de las raíces “ntu”, que en varias lenguas africanas significa “persona”, “muntu” referente a “una persona” y “bantu” que es “varias personas”. Sostuvo que “Ubuntu sería una reconfiguración, un reto y un llamado a re-humanizarnos, a reubicarnos como “ntu” y “bantú” que somos. Una de sus máximas es vivir la unidad en la diferencia, donde la diferencia no es el punto de llegada sino algo con lo que se nace y se aprende a vivir, e implica un punto de equilibrio entre empatía y tolerancia”.
Recomendó tres formas para aproximarse al Ubuntu, iniciando con la “vía formal”, revisando los textos de filósofos y escritores que han reflexionado sobre este tema, como Mogobe Ramose, Bas’Ilele Malomalo, Jean Bosco Kakozi, Eduardo Oliveira y Paulina Chiziane, entre otros.
Una “vía no formal”, que sería “toda la estructura de conocimiento que hoy podemos articular, pero desde una perspectiva crítica y de-colonial”. Así como “emprender el diálogo con formas de pensamiento en diferentes latitudes para estrechar puentes y abrir caminos, con la filosofía de la Pachamama, el ‘sumak kawsay’ andino o el ‘buen vivir’ náhuatl”.
Y más importante, la “vía práctica”, que comprende “una agenda propia basada en una praxis en donde ‘el otro’ y la realización de su humanidad sea la fuerza centrífuga. Si todos nosotros pensamos y actuamos así, no tengo que preocuparme de qué va a pasar conmigo, porque los otros me tienen a mí, en su agenda de realización humana como elemento central”.
Compartió de igual forma, algunos puntos para el ejercicio del Ubuntu a partir del trabajo de Mark Mathabane (“The Lessons of Ubuntu”. Estados Unidos: Skyhorse, 2018), quien después de analizar las causas de la deshumanización y la pérdida de empatía, sugiere actitudes como el compromiso, el aprendizaje, la no violencia, el perdón, la justicia restaurativa, el amor y la espiritualidad.
También con la obra de Mungi Ngomane (“Everyday Ubuntu: Living better together, the African way”. Inglaterra: Transworld Digital, 2019): “ella recomienda ideas tipo ‘mírate a ti mismo en otras personas’ o ‘la fuerza reside en la unidad’, y propone ejercicios como una perspectiva más amplia, buscar nuevas formas de conectarse, aceptar nuestra diversidad y aprender a escuchar”.
Entre sus comentarios, Raffaela Cedraschi, curadora de África del MNCM, señaló que: “el Ubuntu se ha utilizado para sanar heridas sociales, como en Sudáfrica con respecto al ‘apartheid’ y en los procesos de paz de Ruanda. Es tratar de reconciliar y no de dividir, a partir de perdonar dejando de lado el resentimiento social, así como al comprender en lugar de buscar venganza, tanto en lo personal como en lo social”.
El conversatorio contó con la moderación de Alejandra Gómez Colorado, investigadora del MCNM. Puedes revisar la sesión completa en https://youtu.be/O-Ya3xauB08