Los refugiados afganos en Irán, tema de reflexión en conversatorio organizado por el MNCM

Los refugiados afganos en Irán, tema de reflexión en conversatorio organizado por el MNCM

La importancia del diálogo cultural como símbolo y motor para los pueblos afgano e iraní; la pertinencia de aproximarse a esta región con respeto y abandonando prejuicios y estereotipos, y ejemplos de solidaridad con las personas refugiadas, fueron temas abordados durante el conversatorio “Reflexiones en torno a Afganistán y los refugiados afganos en Irán”, realizado el jueves 14 de octubre.
Luis Ortiz Monasterio, ex embajador de México en Irán y Afganistán (2005-2008) y actualmente profesor del Tecnológico de Monterrey, recordó que históricamente Irán y Afganistán han estado en el cruce entre diferentes culturas de Asia y Europa, lo cual, si bien ha sido motivo de choques y conflictos, también ha brindado a la región una gran riqueza cultural, formada naturalmente a lo largo del tiempo, resultado del diálogo y la convivencia cotidiana.
Consideró que este sincretismo cultural, más allá de crear escisiones, es el elemento más fuerte de la identidad de estos dos países, además de su mejor herramienta para darse a conocer ante el mundo y participar en el escenario mundial (“soft power”). Incluso señaló que, a pesar de las divergencias, el sentido de la unidad y la autogestión de los pueblos afgano e iraní ha sido su principal herramienta para enfrentar y superar las constantes invasiones.
A nivel global, se suele ver a estos países y se ha tratado de influir en ellos a partir de valores y modelos occidentalizados, así como a través de prejuicios y estereotipos, opinó. Sin embargo, insistió en la necesidad de conocer a estos países desde sí mismos, entendiendo sus costumbres, normas y procesos. Sobre todo, es importante respetar su autonomía y negociar su relación con la comunidad internacional, vigilando siempre los derechos humanos, enfatizó.
Con respecto a la ayuda humanitaria internacional, comentó que se debe proceder de forma respetuosa, solidaria y tangible; brindar apoyos que sirvan a la población para su desarrollo y, sobre todo, jamás usar este recurso con fines de propaganda.
La esposa del ex embajador, Guadalupe Padilla Serrano, asesora e instructora de vuelo, promotora cultural y consultora gastronómica, compartió su experiencia de ayuda a los refugiados afganos. Comentó que, en septiembre de 2007, a meses de concluir la misión diplomática, fueron invitados a la zona de refugiados en Irán. Allí recibieron la noticia de que la escuela para niñas estaba próxima a cerrarse por falta de recursos.
Preocupada por la pérdida de oportunidades que esto significaba para las niñas refugiadas, inmediatamente se movilizó para organizar un bazar para recaudar fondos. Contactó a otras embajadas para que colaboraran en el evento; a pesar de las complicaciones por la celebración del Ramadán, fue con los artesanos iraníes para que donaran productos, quienes la sorprendieron con su apoyo incondicional, y viajó a México para conseguir artesanías.
Aunque la expectativa era juntar al menos 8 mil dólares, el evento hizo posible reunir 12 mil dólares, por lo cual recibieron una carta de agradecimiento de parte del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Padilla Serrano enfatizó la importancia de recibir y ayudar a las personas refugiadas en todo el mundo y abandonar las posturas xenófobas, pues la interacción entre personas con culturas diferentes enriquece a la humanidad. Recordó las palabras del poeta persa Saadi, de Shiraz, escritas en el recibidor del edificio de las Naciones Unidas en Nueva York: “Todos los seres humanos somos parte de un mismo cuerpo. Cuando la vida afecta a un miembro, el resto del cuerpo sufre por igual”.
Puedes atestiguar la sesión completa de este interesante conversatorio, en el canal de YouTube del MNCM en https://youtu.be/blZbExjjnRI