Kulfi, postre hindú con origen en la aristocracia

Se va acercando la primavera, y con ella los días calurosos en los que aprovechamos para disfrutar de actividades al aire libre y acompañar nuestras tardes de postres fríos y frescos. Es por ello que te traemos la receta de uno que, además de mitigar el antojo por algo dulce y frío, te trasportará a un enorme país del continente asiático: la India.
Se cree que el origen del kulfi se remonta al imperio mogol (poderoso estado túrquico islámico del subcontinente hindú, que existió entre los siglos XVI y XIX). Por ello también es popular en países como Pakistán, Bangladesh, Myanmar y Nepal e, incluso, en Medio Oriente.
Esta creación buscó satisfacer los paladares más exigentes de la aristocracia hindú. Cuenta la leyenda que el hielo que se utilizó provenía de los lagos congelados del Himalaya, y se servía en moldes de terracota llamados Kulhar.
A pesar de ser un postre hindú, éste ha ganado terreno y popularidad también en Oriente Medio, convirtiéndose en la versión de helado de leche más apreciado entre los pequeñines, gracias a su cremosa y suave consistencia, que combina los aromas y sabores más consumidos en estas regiones: cardamomo, azafrán, agua de rosas, pistaches y nueces.
Su elaboración tradicional tiene como base la leche que, tras ser endulzada, se lleva a fuego lento y se deja cocer sin remover, hasta reducirse a la mitad. De esta forma se consigue una concentración menos densa que la leche condensada, pero que dota de cierta suavidad y espesor cremoso que aporta textura al postre.
Suele presentarse en forma de cono, aunque las formas varían de acuerdo a las regiones o lo que se tiene a mano, ya que van desde vasitos muy sencillos a moldes mucho más estilizados. Incluso llegan a agregarse colorantes distintos, para hacerlos más llamativos y atractivos.
Se le llama “matka kulfi” al helado que ofrecen los vendedores ambulantes, conocidos como “kulfiwallahs”, que transportan su producto en ollas de barro llenas de hielo y sal. Los sirven sobre hojas o ensartados en palos de madera, y los espolvorean con pistaches picados, cardamomo molido y azafrán.
Actualmente, y para acortar tiempos de preparación, se utiliza leche condensada y evaporada, lo cual ha restado a la artesanía tradicional del producto, pero que resulta muy conveniente a la hora de preparar estas delicias en casa. De igual forma, su presentación se ha adaptado a las exigencias contemporáneas. Dejamos aquí un video para que aprecies como son incluidos en bebidas y se mezclan con otros postres .
La receta la extrajimos del portal del chef indio Kunal Kapur, y es muy parecida a la tradicional, fácil de preparar y utiliza como base las especias populares. ¡Buen provecho! Esperamos la disfrutes con tus seres queridos.

Ingredientes:

  • 5 tazas o 1.25 litros de leche entera
  • 1/3 de taza o 70 gr de azúcar
  • ¼ de cdta. de cardamomo en polvo
  • 2 cdas. de pistaches picados
  • Pistaches para decorar
  • Leche condensada para decorar (sólo para golosos)

Procedimiento:

  1. En una olla pon a fuego medio a hervir la leche, hasta que esta se reduzca a un tercio de su cantidad. Mueve constantemente con ayuda de una pala, para evitar que la leche se pegue y queme en las orillas y el fondo de la olla.
  2. Una vez obtenido el tercio de leche, sacamos del fuego, añadimos el azúcar e incorporamos bien a la leche; agregamos el cardamomo y los pistaches, y revolvemos.
  3. Una vez fría la mezcla, vierte el líquido en los moldes y llévalos al refrigerador, y déjalos de 2 a 2 y media horas.
  4. Saca los moldes, y es hora de introducir el palito de madera o plástico si es de tu gusto. Lleva al refrigerador por otras 3 horas.
  5. Desmolda y decorar tus paletas con pistaches. Puedes añadir leche condensada para un extra de sabor y dulzura.
Leticia Turcio, Archivo Histórico del MNCM.