Jericalla: el orgullo tapatío
Para cerrar con broche de oro las celebraciones de la Independencia de México, hemos pensado en un delicioso postre de origen tapatío de principios del siglo XVIII, que cautivó a toda Guadalajara y con una bien ganada presencia internacional: la jericalla.
Al igual que muchos de nuestros platillos nacionales, su origen es incierto, y pudiera estar inspirado en la natilla europea, dado sus ingredientes (leche, azúcar, canela, huevos). No obstante, por su particular sabor y presentación ha sido reconocido en el extranjero como un dulce mexicano.
Existen varias versiones sobre el origen de esta delicia, una de ellas nos lleva al Hospicio Cabañas, ubicado en el antiguo barrio de San Juan de Dios en el centro de Guadalajara, de acuerdo con las páginas animalgourmet.com y gourmetdemexico.com
La invención se debió al descuido de una monja, quien tenía bajo su responsabilidad la alimentación de todos los niños del Hospicio. Al parecer, olvidó dentro del horno el postre a base de lecho y huevo que había elaborado. Como resultado se quemó la parte superior del mismo, lo que otorgó un sabor especial, más parecido a un flan, y para nada desagradable.
Sobre el nombre que adoptó el postre se hace referencia a Jérica, pueblo de la provincia de Castellón, en Valencia, de donde era originaria la monja. Otra versión detalla que la monja se llamaba Jenara Caracalla, por ello el nombre alude al de la religiosa.
El Hospicio Cabañas fue diseñado por el famoso arquitecto Manuel Tolsá, a comienzos del siglo XIX. Por sus valores arquitectónicos y buen estado de conservación, a lo que se suma los invaluables murales realizados por el pintor José Clemente Orozco entre 1938 y 1939, el notable conjunto fue inscrito por la UNESCO en la lista representativa del Patrimonio de la Humanidad en 1997.
La jericalla es un postre sin lugar a dudas emblemático de Guadalajara y, si visitas la capital jalisciense, lo podrás encontrar en los restaurantes más lujosos de comida mexicana y hasta en las tiendas de abarrotes. Pero para aquellos que no pueden esperar a probarlo, les dejamos una receta tomada del canal de Jauja Cocina Mexicana, que estamos seguros les encantará: https://cutt.ly/GEqhXyS
Ingredientes a utilizar:
- 1 ½ tazas de leche entera
- 2/3 de taza de leche evaporada
- 1/3 de taza de azúcar
- 1 cda de azúcar
- 1 cda de vainilla
- 1 raja de canela
- 2 huevos grandes a temperatura ambiente y una yema extra
Procedimiento:
- En una cacerola vierte las dos leches, añadiendo el azúcar, la vainilla y la canela abierta para que más fácilmente suelte su sabor.
- Calienta la leche a fuego alto y con ayuda de una pala realiza movimientos circulares, para que con el calor se disuelva el azúcar y se incorpore bien.
- Después de 5 minutos pon el fuego en bajo y continúa revolviendo durante otros 15 minutos, para después apagar el fuego y dejar enfriar.
- En un bol coloca los dos huevos y la yema extra, y bate muy bien.
- Precalienta tu horno a 180 grados.
- Una vez que la leche está fría, incorpora los huevos poco a poco. En este paso es importante batir la leche para que se incorporen los huevos a la leche.
- Pasa el líquido por un colador.
- Las jericallas se cocerán dentro del horno en baño María, por lo que necesitas un recipiente para colocar dentro los recipientes pequeños de tus jericallas.
- Vierte el líquido en tus recipientes pequeños y colócalos en el recipiente grande. Vierte en el recipiente grande agua previamente calentada (que el agua llegue a la mitad de los recipientes pequeños).
- Lleva al horno y deja 35 minutos en el horno.
- Para el terminado quemado, dejar por 5 minutos en el horno en la opción de gratinar. O en su defecto dejar cocer en el horno por más tiempo.
- Deja enfriar las jericallas y disfruta.
Leticia Turcio, Archivo Histórico del MNCM.