El chicozapote, árbol sagrado para los mayas, cuya resina conquistó al mundo

El chicozapote, árbol sagrado para los mayas, cuya resina conquistó al mundo

Esta semana te traemos una receta especial que utiliza como base uno de los frutos de temporada: el querido chicozapote. Al parecer, su origen se sitúa en el sur de México y América central; posteriormente fue llevado a las Antillas y ha tenido gran popularidad en países asiáticos como Indonesia, India, China, Camboya, Tailandia y Filipinas.
De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), el chicozapote proviene del árbol de nombre científico “Manilkara zapota”, comúnmente llamado “árbol del chicle”, originario de Mesoamérica y que fue llevado por los españoles a las Filipinas y de ahí pasó a Malasia. Actualmente se cultiva en el sur de Florida y en Asia.
El nombre chicozapote proviene del náhuatl “xicotzápotl”, usado para los frutos redondos y de semillas grandes. La palabra chicle, la resina extraída de su corteza, del náhuatl (“tzictli”); en maya la sabia del árbol sagrado es “sicté yaʹ”, que significaría masticar con la boca.
Al chicozapote se le atribuyen propiedades curativas contra la disentería, la diarrea; además, es un remedio eficaz para bajar la fiebre. Es una rica fuente de fibra y antioxidantes, por lo cual es un excelente aliado para tu salud visual, respiratoria, circulatoria y digestiva.
De acuerdo al artículo de covinafacil.com.mx se conoce que los mayas acostumbraban a consumir el fruto de manera directa, para aprovechar todas sus cualidades nutricionales. Actualmente se utiliza dentro de la gastronomía mexicana para preparar dulces, bebidas y nieve.
Sin embargo, del árbol del chicle no sólo se aprovecha su fruto; las hojas se utilizan para hacer infusiones con fines medicinales; además, la resina extraída de su corteza sirvió para crear el “chicle” que, en sus orígenes, sirvió para elaborar las primeras gomas de mascar.
En 1860, el expresidente Antonio López de Santa Anna, que se encontraba exiliado en Nueva York, sugirió al empresario Thomas Adams industrializar el látex, usando la resina producto del chicozapote. A finales de la década, “Adams se dio cuenta que esta goma podría significar un excelente negocio”, agregándole sabor, asegura Eugenia Pallares (“Arqueología Mexicana” 14). En 1871, se comercializó en Estados Unidos la primera goma de mascar, con un precio de 1 centavo de dólar.
Así que, para celebrar este árbol con múltiples beneficios, traemos para ti la receta de gelatina de chicozapote, extraída del portal “Food and Travel”. Buen provecho.

Ingredientes:

  • 180 ml de leche de vaca
  • 240 ml de leche condensada
  • 60 ml de agua
  • 14 g de grenetina
  • 680 g de chicozapote

Procedimiento:

  1. Sacarle la pulpa al chicozapote y reservar.
  2. En un recipiente pequeño hidratar la grenetina en un poco del agua.
  3. En una cacerola poner al fuego ambas leches, una vez que alcancen el hervor, retirar e incorporar la grenetina ya disuelta.
  4. Licuar la pulpa de chicozapote, agregar y licuar la mezcla anterior.
  5. Rellenar moldes apropiados para gelatina y refrigerar hasta que cuaje.
Leticia Turcio, Archivo Histórico del MNCM.