Describen el mito sobre la fundación de Roma en el taller sabatino del MNCM
La ciudad de Roma, capital de uno de los imperios más poderosos de la antigüedad mediterránea, fue construida a partir de extraordinario mito en el que intervienen héroes, animales y dioses. Un recorrido por este pasaje compartió Ángel Isidro Morales, del departamento de Comunicación Educativa del MNCM, en el taller “Fundación de Roma: Rómulo y Remo” realizado el sábado 11 de septiembre, en el marco de la exposición virtual “Roma æterna o la construcción de un mito”.
Ángel comentó que fue el historiador romano Publio Virgilio Marón (70-19 a.C.) quien redactó la versión más completa sobre la fundación de la ciudad de Roma, en su obra “Eneida”, en la cual combinó mitos griegos y romanos para legitimar la historia.
Inicia con el arribo del héroe griego Eneas a la península itálica tras la caída de Troya, donde fundó la ciudad de Lavinio tras vencer a los nativos de la región. Años después su hijo Ascanio fundó otra ciudad llamada Alba Longa, junto al río Tíber, en la que reinaron tanto él como sus descendientes durante décadas, hasta la llegada de los hermanos Numitore y Amulio.
Guiado por su ambición, Amulio derrocó y encerró a su hermano mayor Numitore, legítimo heredero al trono de Alba Longa, asesinó a sus sobrinos para que no pudieran reclamar el poder y sólo perdonó a su única sobrina Rea Silva, con la condición de que se volviera sacerdotisa de la diosa Vesta (guardiana del hogar), cargo que demandaba un voto de virginidad.
Sin embargo, cierto día Rea Silva fue visitada por el dios Marte (señor de la guerra) con quien engendró a los gemelos Rómulo y Remo. Cuando nacieron, para salvarles la vida amenazada por el rey Amulio, fueron colocados en una canasta y lanzados al Tíber, encallando en la desembocadura del río en la zona de la Siete Colinas, donde fueron rescatados por una loba llamada Luperca.
Fueron hallados poco después por el pastor Faustulus, quien los crió junto con su esposa. Cuando los gemelos crecieron y descubrieron su origen noble, se enfrentaron a Amulio y restituyeron a su abuelo Numitore. Además, decidieron fundar una colonia en las Siete Colinas.
Al no ponerse de acuerdo sobre quién debía gobernar ni dónde erigir la ciudad, los gemelos se desafiaron; ganó Rómulo y fundó Roma el 21 de abril del 753 a.C.; construyó una muralla para delimitar su territorio, y prohibió a su hermano traspasarlo. No obstante, Remo cruzó el muro y fue herido por Rómulo durante un enfrentamiento, muriendo poco después.
Ángel señaló que hay muy pocas evidencias históricas y arqueológicas relacionadas con el origen de esta ciudad, pero sí hay constancia de la importancia del mito en el imaginario romano. Especialmente la imagen de la loba Luperca amamantando a Rómulo y Remo se convirtió en símbolo de la ciudad, encontrándose representaciones en monedas, esculturas, mosaicos y grabados de diferentes periodos históricos.
Durante el taller se elaboró un cuadro alusivo a este mito, hecho de palitos de paleta o abatelenguas, ilustrado con la imagen de la loba Luperca con Rómulo y Remo realizada con pinturas acrílicas, en la que se practicó la técnica de degradado. Puedes consultar la lista de materiales y la plantilla para la pieza en https://bit.ly/3yByDRd y ver completa la sesión en https://youtu.be/w0HWVeIHSJc
Si gustas recorrer la exposición virtual “Roma æterna o la construcción de un mito”, organizada por la Embajada de Italia, la Universidad Roma Tre y el INAH, entra a www.romaeternadigitale.it
