Biblioteca Pedro Bosch Gimpera, el mundo en los libros “Pacificar o negociar”

“En ese cúmulo de información gran parte de los documentos están interesados en el control de la situación militar en las fronteras con los ‘indios bárbaros’ y por consiguiente en la mejor manera de reducirlos a la religión cristiana, someterlos al vasallaje ante el rey español o al menos evitar que hicieran estragos en las haciendas, ranchos y villas más septentrionales”. (pág. 13)

“El gobernador Vélez Cachupín se esmeró en atender las ferias de comercio y a los visitantes, cuidando el orden en las transacciones, vigilando que los comanches no fueran molestados ni motivo de estafas, otorgando a los jefes regalos y un trato ceremonial y amistoso”. (pág. 63)

“Cerca del presidio de Monclova, Juan Ugalde se reunió con el jefe Boca Tuerta y su hijo, dándoles buen trato y algunos regalos. También les devolvió algunas bestias, mismas que él sabía que habían sido robadas por españoles, pero les dijo que habían sido encontradas en el campo”. (pág. 101)

“El solo interés de realizar campañas en común fue suficiente para un acuerdo en principio, por lo que los lipanes ‘de pura alegría armaron varios mitotes de los que acostumbran’. De esa negociación resultó que desde 1773 se considera a los lipanes como indios de paz, al grado que O’Conor confió el título de general de la nación lipán al jefe Cabello Largo”. (pág.151)

“Los apaches hacen la guerra por odio o por utilidad. El odio (como se dijo) nace de la poca fe que se les ha guardado y de las tiranías que han sufrido, como pudiera hacerse patente con ejemplares que es vergonzoso traer a la memoria”. (pág. 206)

“1. Señor gobernador: Pedro Vial y Francisco Xavier de Chávez, emisarios que vuestra superioridad sirvió enviar a las rancherías de los indios de la nación Comanche, para tratar hacer unas sólidas paces entre vuestra superioridad y dicha Nación, a fin de libertar estos territorios de las hostilidades que dichos indios cometían en ellos de muchos tiempos a esta parte”. (pág. 265)

“Noticia de los capitanes comanches presentados en la villa de Santa Fe y pueblo de Pecos en año de 86, hasta 14 de julio, para tratar del ajuste de paces celebradas con el gobernador don Juan Bautista de Anza, con expresión del número de tiendas que cada uno tiene a su mando, en que se regulan de a tres hombres de armas y de 7 a 8 entre mujeres y niños”. (pág. 337)

“Continuarían las mayores desgracias en las provincias de Oriente si yo no hubiese tratado de remediarlas, separando de aquel mando al brigadier Ugalde, cuya imprudencia e irreflexión en emplear las tropas y en el modo de hacer la guerra a los indios, las conducían aceleradamente a su mayor ruina”. (pág. 448)

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